viernes, 30 de mayo de 2014

DIAGNÓSTICO DE LAS POLINEUROPATÍAS.


El fundamento básico y principal del diagnóstico es encontrar la causa que desencadena la enfermedad para reducir o controlar los síntomas de la manera más eficaz.


La realización de una historia clínica y familiar es fundamental, al igual que un exámen físico para determinar el estado del enfermo y su evolución.

El médico preguntará al paciente si hay antecedentes familiares que hubiesen padecido o padezcan alguna clase de enfermedad neurológica similar o algun otro tipo de enfermedad que la haya desencadenado. 


La historía clínica de cada paciente es determinante, por lo que se necesitará un informe detallado de patologías y enfermedades que haya podido tener cada paciente y cómo han evolucinando a lo largo del tiempo. Es básico para determinar la escala sintomática.


Un riguroso exámen físico  de las extremidades, tanto inferiores como superiores, ayuda a identificar las diferentes patologías de cada paciente. 

Hay que observar si existe debilidad y falta de fuerza, si hay déficit de masa muscular, e incluso, si hay atrofia en los pies, piernas, manos o brazos. 

Otras partes del cuerpo pueden estar afectadas, también pueden presentarse signos de debilidad o entumecimiento facial, todo ello depende del tipo y de la evolución de cada caso.


Un componente importante de la exploración inicial, consite en realizar una prueba de reflejos y de sensibilidad para determinadar el grado de afectación sensorial o motor de los diferentes miembros del cuerpo .



PRUEBAS COMPLEMENTARIAS PARA IDENTIFICAR EL TIPO DE POLINEUROPATÍA: 

  • Los análisis de sangre se utilizan a menudo para comprobar la presencia de enfermedades o condiciones anímicas que pueden ser responsables de daños en los nervios. Sirven para detectar si hay déficit vitamínicos , trastornos hepáticos o renales, diabetes o actividades anormales dentro del sistema inmunológico.
  • El eletromiograma o EMG, es un examen que verifica la salud de los músculos y de los nervios. Estos estudios, ayudan a identificar el tipo de polineuropatía, si es de predominio desmielinizante, axonal, motor o sensitivo, y , con ello, establecer mejor las posibles etiologías.
  • Los estudios de conducción nerviosa o ECN, es una prueba de electrodiagnóstico que mide la velocidad y el grado de la actividad eléctrica en un nervio para determinar si está funcionando normalmente. Se usan para detectar problemas con los nervios y los músculos. A menudo, los estudios de conducción nerviosa se realizan junto con electromiografías para completar el estudio de caso de cada paciente.
  •  Biopsia del nervio y del músculo. Actualmente se suele extraer una pequeña porción de tejido. Es una prueba que sirve en ocasiones para establecer el diagnóstico de la causa subyacente de la polineuropatía. La biopsia del nervio está generalmente reservada para pacientes en quienes es difícil establecer si el proceso es predominantemente axonal o desmielinizante. También es útil en pacientes con síntomas que sugieren compromiso primariamente de pequeñas fibras (ej. polineuropatías dolorosas que afectan a las sensaciones térmicas y dolorosas) en las cuales la EMG no es capaz de evaluarlas eficazmente. 
  •  Recientemente los estudios moleculares del DNA en sangre periférica se utilizan de una manera rutinaria y pueden establecer el diagnóstico de una neuropatía hereditaria incluso en ausencia de un estudio familiar.
  •  Otras pruebas como Radiografías u otros exámenes imagenológicos también pueden servir para identificar la enfermedad.

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